«PINTO LOS VALORES EN EL MURO DE MI COLE«, es un proyecto realizado por la Asociación de Padres y Madres de Alumnos Ntra. Sra. de Fuentesanta.
«Con esfuerzo y dedicación, queremos llegar a todo el colectivo, para hacerles partícipes del significado e importancia que tiene trabajar por un colegio y una enseñanza pública cada vez mejor y de mayor calidad.»
Con esta introducción comienza un proyecto creado con mucha ilusión, por parte de padres, alumnos y profesorado.»Los valores son herramientas que ayudan a moldear la vida de los niños y niñas de diferentes estratos socioeconómicos, étnicos y familiares.Inculcarlos,es un proceso constante…
…El tema de valores no es un tema que concluya con estas actividades…
…Elegimos este proyecto para que conjuntamente trabajemos en fortalecer estos valores.a través de una serie de actividades sencillas, amenas y divertidas.»
Entre otras actividades , hoy presentamos el cuento que algunos miembros del A.M.P.A han relatado a los niños de infantil «LA CARA PERFECTA«, que escucharon con muchísima atención y que finalizó con un pinta caras de una sonrisa perfecta. Aquí os dejamos el cuento para recordarlo con los pequeños y unas imágenes de esos momentos vividos.
LA CARA PERFECTA
Había una vez un muñeco de papel que no tenía cara. Estaba perfectamente recortado y pintado por todo el cuerpo, excepto por la cara. Pero tenía un lápiz en su mano, así que podía elegir qué tipo de cara iba a tener ¡Menuda suerte! Por eso pasaba el día preguntando a quien se encontraba:
-¿Cómo es una cara perfecta?
-Una que tenga un gran pico – respondieron los pájaros.
–No.No, que no tenga pico -dijeron los árboles-.La cara perfecta está llena de hojas.
-Olvida el pico y las hojas -interrumpieron las flores-. Si quieres una cara perfecta, tú llénala de colores.
Y así, todos los que encontró, fueran animales, ríos o montañas, le animaron a llenar su cara con sus propias formas y colores. Pero cuando el muñeco se dibujó pico, hojas, colores, pelo, arena y mil cosas más, resultó que a ninguno le gustó aquella cara ¡Y ya no podía borrarla!
Y pensando en la oportunidad que había perdido de tener una cara perfecta, el muñeco pasaba los días llorando.
-Yo solo quería una cara que le gustara a todo el mundo -decía-.y mira qué desastre.
Un día, una nubecilla escuchó sus quejas y se acercó a hablar con él:
-¡Hola, muñeco! Creo que puedo ayudarte. Como soy una nube y no tengo forma, puedo poner la cara que quieras¿Qué te parece si voy cambiando de cara hasta encontrar una que te guste?Seguro que podemos arreglarte un poco.
Al muñeco le encantó la idea, y la nube hizo para él todo tipo de caras. Pero ninguna era lo suficientemente perfecta.
-No importa- dijo el muñeco al despedirse- has sido una amiga estupenda.
Y le dio un abrazo tan grande, que la nube sonrió de extremo a extremo, feliz por haber ayudado. Entonces, en ese mismo momento, el muñeco dijo:
-¡Esa! ¡Esa es la cara que quiero! ¡Es una cara perfecta!
-¿Cuál dices? – preguntó la nube extrañada-. Pero si ahora no he hecho nada…
-Que sí, que sí. Es esa que pones cuando te doy un abrazo…¡O te hago cosquillas! ¡Mira!
La nube se dio por fin cuenta de que se refería a su gran sonrisa. Y juntos tomaron el lápiz para dibujar al muñeco de papel una sonrisa enorme que pasara diez veces por encima de picos, colores y hojas.
Y, efectivamente, aquella cara era la única que gustaba a todo el mundo, porque tenía el ingrediente secreto de las caras perfectas: una gran sonrisa que no se borraba jamás.
fin
El pase de diapositivas requiere JavaScript.